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La CGT analiza los proyectos de reducción de la jornada laboral

Se analizarán los dos proyectos que se encuentran en el Congreso presentados por Hugo Yasky y Claudio Ormaechea. Cuáles son las posturas

La Confederación General del Trabajo (CGT) reunirá a su consejo directivo, luego de seis meses de inactividad. Además de debatir la organización del congreso para elegir nuevas autoridades, uno de los principales puntos será el debate por la reducción de la jornada laboral.

Andrés Rodríguez, secretario General nacional de la Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN), se manifestó en la antesala de la reunión en contra de impulsar el debate y lo rotuló como “prematuro”. “Me parece que hay que crear el mayor empleo formal posible y que la gente tenga esa posibilidad de trabajar“.

En ese marco, hay voces a favor y en contra. Hasta ahora hay dos proyectos presentados en el Congreso: uno del diputado Hugo Yasky, jefe de la CTA y otro de Claudio Ormaechea, proveniente del gremio bancario.

La iniciativa también fue apoyada por el secretario general de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo que afirmó que apoya la jornada laboral reducida con igual remuneración. El titular del sindicato ferroviario, La Fraternidad, Omar Maturano, también sumó su punto de vista a favor pero con reservas: “No estamos en contra de pasar a un régimen de seis horas en otros rubros, es una manera de generar mayor empleo pero también hay otros caminos”.

En tanto, un informe del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la Bolsa de Comercio de Córdoba cuestionó los dos proyectos de ley presentados por diputados oficialistas que apuntan a reducir la jornada laboral en la Argentina como maneja de mejorar la productividad. “Los países que bajaron las horas trabajadas lo hicieron luego de haberse desarrollado, con crecimiento económico y de la productividad sostenidos. Estas condiciones no están dadas en la Argentina”, advierte el estudio.

En ese sentido, remarcó que si se reduce la jornada laboral y se mantienen los salarios las consecuencias serían negativas para el empleo. “Para un trabajador contratado por 48 horas, que pasará a tener una jornada legal de 36 horas, el costo laboral por hora aumentaría 33,3% por la nueva jornada legal y 50% si se mantuviera la jornada efectiva y se pagaran horas extra”, analizó.

El ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas, desalentó los proyectos porque advirtió que, como en los países en que hubo iniciativas similares que se llevaron a cabo hubo bajas del salario como parte de ese paquete.

Los empresarios consideran que la reducción de la jornada laboral debe se acompañada por la disminución del salario

Los empresarios consideran que la reducción de la jornada laboral debe se acompañada por la disminución del salario

Las iniciativas en el Congreso 

Actualmente existen dos proyectos de ley que se encuentran en el Congreso que se encuentran en estado parlamentario. Ambos proyectos son impulsados por el oficialismo. El primer proyecto es de Claudia Ormaechea, diputada del Frente de Todos y dirigente de la Asociación Bancaria que propone una jornada laboral de un máximo de seis horas por día y un tope de 36 horas semanales.

El segundo proyecto fue presentado por Hugo Yasky, diputado sindical del Frente de Todos, quien destacó que Argentina es uno de los países con mayor jornada laboral alcanzando las 48 horas semanales y pretende reducirla a 40.

Ambas iniciativas contemplan la disminución de las horas de trabajo que debe cumplir cada trabajador sin afectar el salario que percibe.

Hace una semana, el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, avaló esta posibilidad. “Como tenemos una capacidad limitada de generación de empleo, uno de los modos de permitir mayor inclusión es la reducción de la jornada”, aseguró. Puso como ejemplo lo definido en Córdoba, donde tras el cierre de una gran tienda, los trabajadores de los otros supermercados dejaron de hacer horas extras y así pudieron incorporarse los despedidos. Sin embargo, aclaró que Argentina tiene “situaciones heterogéneas”, por lo que habrá que analizarlo por sectores.

Entre los empresarios, algunos comenzaron a mostrarse a favor de la discusión de la reducción de la jornada laboral, pero con una diferencia fundamental: que se permita la disminución proporcional del salario.

En ese sentido, una de las voces más fuertes en cuestionar la propuesta fue el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, quien consideró que el intento del Frente de Todos de avanzar en la discusión de una ley para reducir la jornada laboral sin afectar los salarios de los trabajadores “es prioritariamente materia de los convenios colectivos“.

“La cuestión de tres turnos de 8 horas en trabajo continuo o 4 turnos de 6 horas tiene que ver con la organización de la producción y del trabajo y ésta es una facultad empresarial según la propia Ley de Contrato de Trabajo que se ajusta o adecua – en todo caso – en los contratos individuales o colectivos”, agregó.

Los empresarios avalarían la discusión y se permite la reducción proporcional del salario

Qué establecen los proyectos

Como se mencionó más arriba, en la actualidad, hay dos proyectos de ley sobre reducción de la jornada laboral, que cuentan con estado parlamentario. Ambos llevan la firma de diputados de extracción sindical. En ambos casos se propone reducir la jornada laboral legal que hoy está en las 48 horas semanales y por arriba de otros países de la región como Chile, Brasil, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Honduras y Ecuador.

El otro de Hugo Yasky, diputado nacional, titular de la CTA de los Trabajadores y referente del Grupo 25 de Mayo, y cuya iniciativa se viralizó en las últimas horas en las redes sociales.

“El proyecto tiene que ver con cuidar no sólo los derechos de los trabajadores, sino también los puestos de trabajo”, le dijo Claudia Ormaechea, quien además de diputada nacional es secretaria de Derechos Humanos, Género e Igualdad de la Bancaria, a iProfesional.

Y agregó: “El avance de la tecnología es muy rápido y modifica las formas del trabajo, no puede ser que esté nada más que al servicio de las empresas y los empresarios. Son producto del trabajo de la gente y tienen que volverse en beneficio de los trabajadores”.

La iniciativa de Ormaechea propone reducir la jornada a “seis horas diarias o treinta y seis semanales” en el ámbito público y privado.

“Argentina es uno de los países del mundo que tiene de las jornadas laborales más extensas. La productividad no está íntimamente relacionada con la extensión de la jornada de trabajo. Debemos readecuar las relaciones laborales de manera que esto se vuelva un beneficio para todos, pero sobre todo para cuidar la salud, la vida, la dignidad y los puestos de trabajo”, remarcó la diputada.

En tanto, el proyecto de Yasky es algo menos ambicioso. Propone que “la duración del trabajo no podrá exceder de ocho horas diarias o cuarenta horas semanales para toda persona ocupada por cuenta ajena en explotaciones públicas o privadas, aunque no persigan fines de lucro”.

Otra de las impulsoras de la discusión es la legisladora del Frente de Todos Fernanda Vallejos, ya sea en cuanto a la reducción de la semana laboral a cuatro días o menores horas dedicadas al empleo en el país.

“¿Cómo puede ser que a esta altura de los avances técnicos y tecnológicos que ha acumulado nuestra sociedad, tengamos estos niveles cada vez más altos de desocupación?”, planteó la legisladora.

Luego se preguntó: “¿Cómo puede ser que vivamos vidas tan inhóspitas, donde los hombres y las mujeres que tienen la suerte de tener un trabajo, de pronto trabajen, en el mejor de los casos 8, 10, 12 y hasta 14 horas?”, para luego advertir que esto implica “jornadas laborales interminables por sueldos miserables o al menos insuficientes para calzar la felicidad a la que todo hombre y mujer a esta altura de la humanidad debería tener derecho a aspirar”.

Quien también se mostró a favor de discutir la rebaja de la jornada laboral fue la ministra de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, Mara Ruíz Malec, quien consideró “factible” este debate, dado que en Argentina “se trabaja muchas horas y, generalmente, eso no redunda en productividad”.

Sobre este punto, la funcionaria bonaerense explicó que “nuestro país tiene uno de los regímenes laborales más extensos del mundo”, y que “se trabaja muchas horas”, pero que eso “no siempre redunda en la productividad”.

“Estamos frente a la posibilidad de debatir un tipo de reducción de la jornada laboral que sea beneficiosa para la productividad y otros aspectos de la vida”, indicó.

En la actualidad, la duración del trabajo en Argentina es una de las más altas en el continente. Según la Ley 11.544, el trabajo “no podrá exceder de ocho horas diarias o cuarenta y ocho horas semanales para toda persona ocupada por cuenta ajena en explotaciones públicas o privadas”.

Así, Vallejos abogó por “distribuir las horas de trabajo necesarias para sostener la producción que requiere nuestra sociedad, sustentar la reproducción biológica y material y satisfacer las necesidades que como comunidad tenemos entre los millones de desocupados”.

Para los sindicalistas, una reducción de la jornada laboral permitirá más empleos y mejorar la productividad

La experiencia de otros países

Argentina mira a otros países que han avanzado en la reducción de la semana o las horas diarias dedicadas al trabajo. Por caso, el gobierno español lanzó a principios de año una prueba piloto para establecer la semana laboral de cuatro.

Allí, según indica un informe sobre flexibilidad y competitividad empresarial realizado por Adecco y Cuatrecasas, solo el 14 por ciento de las empresas españolas ven viable la posibilidad de reducir la jornada laboral a 4 días y los sueldos serían más bajos.

Islandia: realizó dos ensayos (entre 2015 y 2019) que comprobaron que llevar a 35 y 36 horas semanales la jornada laboral, sin reducción de sueldo, mantuvo o mejoró la productividad al igual que la salud.

Colombia: avanza en la reducción de la jornada laboral actual de 48 horas semanales, a 42. La iniciativa plantea que la reducción sea gradual, es decir, cada año se bajarán 2 horas de la jornada actual, desde 2023 y hasta 2026, hasta llegar a las 42 que prevé la ley.

Chile: a fines de junio la Cámara de Diputadas y Diputados declaró admisible el proyecto de ley que busca reducir la jornada laboral a cuatro días y extender los días de descanso a tres.

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